La cimentación calculada adecuadamente, junto al diámetro y espesor del fuste, es lo que evita que el monoposte vuelque. Se realiza una zapata en la que va el mallazo y se introduce la placa de anclaje, rellenándose de hormigón. Tras el secado del mismo (28 días) se puede proceder a instalar el monoposte.